La primera bandera republicana de la capital empezó a ondear a primeras horas de la tarde del 14 de abril de 1931 en el entonces edificio de Correos y Telégrafos (hoy Ayuntamiento de Madrid) en la plaza de Cibeles. La noticia corrió como la pólvora y en pocos instantes una multitud se dirigía eufórica por la calle Alcalá para continuar la celebración en la Puerta del Sol, donde se encontraba el entonces Ministerio de la Gobernación.
La multitud enfervorecida portaba banderas, jaleaban a los líderes y un grupo llegó a derribar la estatua de Isabel II situada frente al Teatro Real, arrastrándola hasta el entonces convento de las Arrepentidas cercano a la Plaza de España. La celebración continúa en la vecina plaza de Oriente, donde un cordón intentaba proteger el Palacio Real, vacío ahora tras la marcha de del Rey a Marsella.
Era oficial, Miguel Maura llama a las puertas de Ministerio de gobernación: «Señores, paso al Gobierno de la República». Tras él, pasan todos los miembros del comité revolucionario. Comenzaban 8 años donde se suceden tres gobiernos democráticamente electos y que acaban en una cruenta Guerra Civil donde finalmente acaba triunfando el fascismo.
Escudos republicanos en Madrid
En el escudo republicano, la corona real fue reemplazada por la denominada corona mural, una corona de oro en forma de muralla que en la República de Roma se otorgaba como premio a los soldados que, invadiendo una ciudad, tomaban una muralla en un asalto e izaban un estandarte del Senado Romano. Desaparecen también las flores de lis y las coronas sobre las columnas de Hércules y el león.
Sólo algunos de los edificios construidos o ampliados durante la II República conservaron este escudo. La dictadura que le sobrevino al período republicano se aseguró de borrar sus vestigios para instaurar los suyos propios.
Uno de los más céntricos y emblemáticos, por la magnitud del edificio que lo sustenta, lo podemos encontrar en la sede principal del Banco de España, que ocupa la manzana que está situada entre la calle Alcalá, la plaza de Cibeles y el Paseo del Prado. Su construcción abarca cuatro períodos, de los cuales el segundo transurre entre el año 1927 y la República. Por este motivo su fachada a la calle Alcalá se remata con el escudo republicano, característico por su corona mural, a modo de castillo almenado.
La estación de Atocha comenzó a contruirse en la segunda mitad del siglo XIX, pero una ampliación durante la primera mitad del siglo XX dejó constacia en su fachada principal del gobierno republicano.
Cruzando la calle se encuentra el Ministerio de Agricultura, el antiguo Palacio de Fomento, cuya construcción se finalizó en 1897.El escudo republicano de su fachada trasera recuerda la transformación ministerial del edificio en el primer tercio del siglo XX.
La antigua Maternidad de O'Donnell comenzó a construirse en 1934, pero sus obras tuvieron que interrumpirse debido a la Guerra Civil. Fue inaugurado en 1956, en plena dictadura fascista, con la curiosidad de que su fachada principal aún conservaba el emblema republicano.
La Escuela Superior de Danza es un edificio de reminiscencias herrerianas situado en pleno Rastro, justo al comienzo de la Ribera de Curtidores. Fue contruido en 1932 para albergar la entonces Tenencia de Alcaldía de Arganzuela. El escudo de su fachada recuerda su origen republicano.
El parque del Retiro también se suma con dos accesos creados en dicho periodo, el existente en la calle Alfonso XII, justo en su denominado Paseo de Estatuas, y la puerta de América, donde los trabajos de rejería son rematados con sendos escudos sin corona real.
Fuentes republicanas de Madrid
En pleno barrio de Lavapiés, en la calle de Mesón de Paredes, se encuentra la Fuente de Cabestreros. Su origen era un manantial que abastecía al antiguo convento de Santa Catalina y en 1934 fue conectada al Canal de Isabel II. Una inscripción recuerda su construcción en la Segunda República Española.
Muy similar y en el barrio de La Latina, justo a los pies del viaducto de la calle Segovia, se encuentra la Fuente de los Ciegos. Forma parte del plan de urbanización que experimentó la zona durante la II República, y que conectó la calle Segovia con las Vistillas mediante una vertiginosa escalinata. La fuente está fechada en 1932 y como curiosidad presenta el escudo republicano de la Villa de Madrid, siempre con la corona mural.
Paseando por la calle Fúcar, justo en el número 10, en Antón Martín, puede encontrarse otro escudo republicano municipal en la fachada de un edificio administrativo.
La Casa de Campo
El 20 de abril de 1931, el Gobierno de la República cedió al Ayuntamiento de Madrid la Casa de Campo, hasta entonces propiedad de la Corona. Unos días después cerca de 300.000 madrileños acudieron al parque para celebrar la Fiesta del Trabajo. La expectación estaba justificada. Sólo las personas que contaban con un pase especial habían podido entrar en el recinto y prácticamente nadie sabía qué había tras sus muros. Lo que los madrileños encontraron fue un enorme parque utilizado por la Casa Real para su entretenimiento pero que al mismo tiempo funcionaba como una finca dedicada a la explotación agraria y ganadera.
Tuvo que acometerse un ambicioso plan de mejora, ya que la Casa de Campo no estaba preparada para recibir grandes multitudes y de esa forma se sanearon estanques, se mejoró la red viaria y se acondicionaron los accesos. Desde entonces los madrileños pudieron contar con un nuevo espacio verde.
El pabellón de la República y el Reina Sofía
La sala 206.06 del Museo Nacional de Arte Reína Sofía hace un recorrido por el Pabellón Español de la Exposition Internationale des Arts et Techniques dans la Vie Moderne que se celebró en 1937 en París.
Inmersa España en plena Guerra Civil, el Gobierno Republicano, buscando ayuda internacional, participa con un pabellón que denuncia los terribles crímenes que estaban sucediendo en el país. Fue uno de los proyectos más relevantes de la causa republicana y contó con la participación de lo más grandes artistas de la época. Destacan Picasso y su Guernica, AlexanderCalder y su fuente de mercurio o Alberto Gonzalez con una monumental escultura “El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella”, cuya reprodicción hoy podemos ver en la fachada principal del museo.
