Lo malo que tiene el modernismo es que parece haberse quedado popularmente anclado en la arquitectura y es una lástima.
Quizá también nos suenen de este estilo, también conocido como art nouveau, algunas piezas de mobiliario, alguna escultura y los carteles publicitarios, pero la pintura y otras bellas artes son las grandes desconocidas del género.
Visité este museo con curiosidad por conocer qué albergaba, ¿una Casa Batlló? ¿una Pedrera?. A priori por las dimensiones del recinto, se me antoja un poco básico, pero poco a poco lo voy descubriendo.
Este selectivo museo sólo expone piezas emblemáticas y representativas. y es por eso por lo que tal vez no sea todo lo extenso que esperaba.
La colección está compuesta por 350 obras de 42 artistas del período tal vez más porolífico y perfeccionado de la historia de Catalunya, y abarca pintura, escultura, mobiliario y artes decorativas.
La colección se divide en dos plantas, la superior está dedicada al mobiliario, con piezas de Gaudí, o ebanistas menos conocidos como Gaspar Homar y Joan Busquets. La planta inferior muestra pintura y escultura.
Obras del genial Anglada Camarasa, Gaspar Camps i Junyet, Ramon Casas, Joaquim Mir, Santiago Rusiñol y escultores como Eusebi Arnau, Miquel Blay, Enric Clarasó, Lamber Escaler y Josep Llimona.
Al fondo de la sala podemos contemplar también vidrieras de los hermanos Maumejean y de la Casa Trinxet con diseño de Joaquín Mir.
Caoba, ébano, vidrio, mármol, metales preciosos, un fragmento de la verja que Gaudí diseñó para La Miranda, una pequeña casa en LLinars del Vallès y hoy desaparecida, una vitirna de girasoles y un banco escaño de la Casa Lleó Morera, además de mobiliario de La Pedrera, la Casa Batlló, la “Primera comunión” o el “El Desconsuelo” de Josep LLimona, filigranas, cerámicas, curvas, simbolismos y naturaleza. Todo se condensa en este museo.
Como un buen perfume, en frasco pequeño y en pequeñas dosis. Así es el modernismo. Más podría resultar empalagoso.
Tal vez por el hecho de ser de reciente creación el Museu del Modernisme tiene una lógica expositiva que no es del todo clara, especialmente en el mobiliario. Por otra parte, la iluminación de la planta baja es también uno de sus puntos débiles. Los focos están adaptados para las esculturas, pero iluminan de forma deficiente los cuatros.
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Información útil sobre el Museo del Modernismo Catalán
Dirección: Balmes, 48 08007 Barcelona
Metro: Passeig de Gràcia / Universitat
Horario:
Lunes a sábado de 10h a 20h.
Domingos de 10h a 14h.
Tarifas: 10€
