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10 motivos por los que tienes que viajar a Hungría

Este es un post invitado por parte de Víctor de Vivir Europa.

No me hace ninguna gracia, pero lo cierto es que Hungría es seguramente uno de los países menos conocidos de para los españoles. Trata de nombrar en un momento tres ciudades húngaras y verás como te encuentras con muchas dificultades, incluso contando a la capital como Buda y Pest.

Pero no te preocupes, que no es tu culpa. La promoción que se le ha hecho al país de los magiares tanto desde nuestras empresas turísticas como la propia ha sido prácticamente nula. Parece que tiene tan poco que ofrecer que solo los más atrevidos incluyen a Budapest en un viaje por Europa central con paradas en otras capitales como Viena, Praga o Bratislava.

¿Quiere decir eso que no hay nada que ver en Hungría? ¡Ni mucho menos! Creo que deberías considerar Hungría muy seriamente como tu próximo destino vacacional, ya sea para una escapada de fin de semana o para pasar un par de semanas en verano o pascua.

El Parlamento de Budapest

Así que voy a vestirme de traje, de traje de embajador húngaro en España, y en este artículo te voy a contar los diez motivos por los que tienes que viajar a Hungría. Verás como hay mucho más de lo que jamás imaginaste.

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1. Visitar Budapest, la belleza de Viena y la vida nocturna de Praga

Seguramente este sea el único motivo que se te ocurría para visitar Hungría hasta la fecha (pronto verás que hay más), pero sin duda estabas en lo cierto. Budapest es una de las ciudades más bellas de Europa.

Lo que quizás no tenías tan claro es que dentro de las capitales centroeuropeas Budapest debería ser tu primera elección. Tiene la belleza de Viena sin la frialdad que mucha gente achaca a la capital austriaca y la vida nocturna de Praga con una arquitectura muchísimo más atractiva.

Lánchíd, puente de las cadenas de Budapest.

Todo esto bañado por un Danubio que en sus casi 3000 kilómetros de longitud nunca alcanza un entorno más espectacular. Son tantas las atracciones que ofrece Budapest que valdría con ella por motivo, pero hay mucho más.

2. Conocer la fantástica historia de Hungría a través de sus ciudades

Hungría tiene una de las historias más ricas de Europa, aunque nos parezca mentira. Además es una historia de sufridores y luchadores. ¿Acaso no nos son éstas las historias que más nos gustan?

Los húngaros han sido conquistados por mongoles, turcos, austriacos y estuvieron bajo el yugo del comunismo y todo esto casi sin respiro. Perdieron tras la primera guerra mundial más del 60% de sus territorios y todo esto no ha dejado más que un gran orgullo en el sentimiento húngaro y una heterogeneidad irrepetible en la arquitectura de sus ciudades.

H?sök tere en Budapest

Iglesias de varias religiones, plazas repletas de estatuas que narran historias que se vivieron en esos mismos lugares. Un viaje a Hungría es la primera página de un libro de historia que no querrás dejar de leer el resto de tu vida. Te advierto, ¡es muy adictivo!

3. Descubrir la amabilidad de los húngaros

Una de las cosas que más me sorprendió cuando llegué a Hungría fue la amabilidad de su gente. Es verdad que la gente por la calle no se va a parar a ofrecerte ayuda, principalmente porque el húngaro suele ser bastante tímido y no confía mucho en su inglés. Pero tengas el problema que tengas, a poco que trates de integrarte entre ellos, verás que la respuesta no podría ser mejor.

Además son muy divertidos, y bastante latinos en el carácter para ser centroeuropeos. Si te decides por opciones como CouchSurfing para tu viaje, verás como la experiencia es para repetir.

4. Disfrutar de un café a la altura del italiano o el portugués

En Hungría hay una cultura del café que nada tiene que ver con los países que le rodean. De hecho solo en y en he visto tratar con el mismo cariño a ese brebaje oscuro que es el primer aroma de nuestras mañanas.

Cafe Frei en Libri

Los hay para todos los gustos, para el cafetero de pro, negro, corto y con su milimétrica capa de crema, o para el más goloso con nata montada y chocolate. Pero en cualquiera de los casos disfrutarás de todos y cada uno de los cafés que tomes en Hungría, te lo aseguro.

5. Catar los deliciosos vinos húngaros

Estoy convencido de que no conocerás ningún vino húngaro. Nadie lo hace, y yo tampoco lo hacía cuando llegué aquí. ¿Cómo iba a saber que me iba a encontrar con un país que adora el vino local tanto como podamos hacer en España, Francia o Italia?

En ciudades como Tokaj, Eger, o Villány el culto al zumo de uva alcanza su máximo esplendor y las decenas de bodegas que se reparten por las calles de estos pequeños lugares tienen una magia especial. No solo no puedes irte sin probar vinos como el Tokaji Aszú o el Egri Bikavér, deberías además hacerlo en su ciudad de origen.

6. Gozar de los precios más bajos de Europa

Hungría a pesar del nuevo aumento de sus impuestos sigue siendo el país más barato de Europa, y lo que para los locales sencillamente supone tener los salarios más bajos también, para vosotros visitantes significa que podréis comer de restaurante por menos de 7€, tomar una cerveza en un pub por menos de 1€ y dormir en un hostal en el centro de la capital por menos de 10€.

La Gran Iglesia (A Nagytemplom) al anochecer

Con el dinero que inevitablemente gastaríais en un fin de semana en Londres, Paris o Roma, podéis pasar tranquilamente una semana en Hungría. ¿A quién no le gusta que le den más por menos?

7. Saborear los deliciosos platos de la cocina húngara

De la cocina húngara nos sonará como mucho la palabra Gulyás (gulash), un delicioso estofado o sopa de carne de vacuno. Pero la cosa no acaba aquí, y a pesar de contar con el handicap de no tener mar y por tanto ofrecer pocos pescados, la comida de Hungría es sabrosa y de cuchara. Olvidaos del fast food.

Entre mis favoritos, los palacsinta (crepes húngaros), paprikáscsirke nokedlivel (pollo al pimentón con pasta hecha a mano) y el töltött káposzta (col rellena de carne y arroz). Voy a parar un segundo, que me cae la baba.

Töltött káposzta, col rellena

Además el dulce gusta mucho en Hungría, y es de gran calidad en todas sus pastelerías/cafeterías. ¿Imagináis una tarta con entre 5 y 7 capas de chocolate y bizcocho culminada con una covertura de caramelo crujiente? Existe, y se llama Dobos torta.

8. Impactarse con los contrastes arquitectónicos de Hungría

Ya lo decía antes, pero creo que es un punto interesantísimo, sobretodo si tienes alma de fotógrafo. Hungría vivió durante varias décadas bajo el mando del comunismo y durante varios siglos controlados por los Habsburgo.

Esto ha influido particularmente en su arquitectura. Tan distinta la una de la otra, no es nada extraño encontrarse una mansión de algún noble Habsburgo pegado a un edificio de cemento comunista. Todo un impacto.

9. Bañarse en una piscina al aire libre con temperaturas bajo cero

Si has oido hablar de los baños termales húngaros quizás la idea de relajarse en un spa y disfrutar de las saunas que suelen tener ya te haya interesado. Pero, ¿habías pensando en lo increíble que es bañarse en una piscina que está a 36 grados mientras literalmente te nieva sobre la cabeza?

Széchenyi fürd? de Budapest

En los muchos baños termales al aire libre de Hungría podrás hacer esto. Y te aseguro que es una de las cosas que no se olvida en la vida. Por cierto, puestos a hacer algo sorprendente, ¿qué tal cambiar la piscina por un lago? Al sur del Balaton, en Hévíz tienes 47 500 metros cuadrados de agua a unos 30 grados de temperatura todo el año. Para pensárselo.

10. Explorar ciudades que ningún conocido tuyo ha visto antes

Después de viajar no está mal un poco de fanfarroneo con los amigos, que ellos también lo harían si fuesen tú. Hungría te ofrece decenas de ciudades fantásticas que jamás habrá visto ninguna persona de tu entorno. Ponles los dientes largos y de paso disfruta de lugares en los que todavía puedes sacar fotos sin que salgan turistas en ellas.

Bory Vár en Székesfehérvár

Y… de regalo un motivo más (no apto para todos los públicos). Se dice que las mujeres húngaras son las más guapas de Europa. Yo secundo lo dicho, ¡y además, como dije antes, simpáticas!

Así que no esperes más, y prepara una visita a Hungría pronto, estoy tan seguro de que me lo agradecerás que voy a quedarme aquí sentado esperando tus comentarios a la vuelta.

El Autor

Víctor M. Martínez Valero, creador de Vivir Europa, trabaja en Internet a tiempo completo desde enero de 2008 desarrollando roles tan diversos como redactar contenidos y gestionar el lanzamiento de varias webs en el campo del juego online.

Amante de los viajes desde su estancia por 18 meses hace 10 años en Trondheim, Noruega, decidió en septiembre de 2010 terminar con su trabajo de oficina para dedicarse a escribir sobre viajes y relatar sus vivencias como inmigrante en distintos países de Europa, ayudando así a los lectores con sus consejos.

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